La fortaleza de la Iglesia


La fortaleza de la Iglesia

Hoy, no sólo nosotros sino todos los pastores de este tiempo tenemos una gran preocupación pastoral que es la vuelta a la presencialidad.

Es algo que está costando no sólo a nosotros, sino en general.

La pandemia ha debilitado a la iglesia

El pasaje que necesitamos reflotar es esa declaración en Joel 3:9 que tenemos que despertar a los valientes.

Como siempre decimos la pandemia aceleró procesos que ya estaban vigente.

Hoy, estamos luchando con una idolatría del sillón.

Un exacerbar la comodidad.

Toda la cultura imperante es una cultura de adormecimiento

Todo es home office, delivery, entretenimiento, fútbol, Netflix, cámaras de control remoto, etc.

Todo lo que necesito lo alcanzo desde mi sillón.

No hay disposición a salir de esa comodidad.

Tenemos que proclamar guerra, convocar a los hombres y a las mujeres a la guerra.

Tenemos que discernir que estamos en una peligrosa guerra espiritual

Gran parte del peligro es que no es una confrontación violenta

Es una disuasión sutil

Una guerra que se afinca y se fortalece en nuestra debilidad.

Pero las Escrituras nos dicen que la Iglesia es la que derrota a Satanás

Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos,  y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

                                                       Apocalipsis 12:11

Este pasaje dice: ellos (la Iglesia, los discípulos, los vencedores) le han vencido (a Satanás). 

El enemigo quiere debilitar a la iglesia en lo que es su fortaleza.

Hay tres elementos que determinan la fortaleza de la Iglesia que son los que el enemigo quiere debilitar.

Ellos le han vencido por la sangre del cordero

Hay un debilitamiento de la Gracia, ya no por el legalismo de otras épocas, sino por una permisividad total.

Hoy, no hace falta la sangre de Cristo porque no hay conciencia de pecado.

No todo es motivacional y pensamiento positivo.

No es verdad que todo está bien. Hay muchas cosas que necesitan cambiar.

 

Ellos le han vencido por la palabra del testimonio

La pandemia ha exacerbado el ostracismo voluntario.

El ostracismo era una condena en la antigüedad que consistía en el aislamiento público de las personan peligrosas para la ciudadanía.

Es un encerrarnos en nuestras paredes sociales autoimpuestas.

No sólo eso sino que hoy lo encontramos en la poca disposición a la comunicación interpersonal.

Algo muy propio de la postpandemia, Algo muy marcado en los adolescentes, hoy.

Este ostracismo. esta poca disposición a la comunicación interpersonal se ve reflejada en el hecho de que se ha debilitado el testimonio personal.

Una de las áreas más débiles de la Iglesia es la evangelización.

Por mas que les animemos, a la evangelización virtual, pongas like, pongan compartir en la transmisión, compartan el video, no funciona.

Tenemos que movilizar a la Iglesia.

Edificar es poner aquello que falta. Como Consejo queremos edificar a la Iglesia de Buenos Aires en aquello que está débil. Algo que está muy débil es la capacidad de dar testimonio. Estamos organizando una semana de movilización en las plazas y en los lugares neurálgico de cada barrio.

 

Ellos le han vencido por que han menospreciado sus vidas hasta la muerte

La disposición al martirio. A morir a perder.

Hoy la iglesia está siendo atacada con un Hedonismo espiritual, es un buscar placer en las cosas espirituales.

  • Vení a recibir,
  • Vení al show que te preparamos
  • No tenes que sacrificarte
  • Todo es para tu comodidad.
  • Todo es consumismo, lo grave de esto es que no sólo se consumen cosas. Se consumen personas, las personas se las usa y se descartan, mientras me son útiles respondo; cuando dejan de ser útiles se las desecha.

Las prédicas cada vez se parecen más a los libros de autoayuda. Tenés que ocuparte de vos.

En el Evangelio la buena noticia es la Cruz. Hay que morir para vivir, perder para ganar.

Tenemos que despertar a los valientes

Joel 3:9  Proclamad esto entre las naciones,  proclamad guerra,  despertad a los valientes,  acérquense,  vengan todos los hombres de guerra.

Tenemos que proclamar guerra.

Despertar a los valientes

Convocar a los hombres y mujeres de guerras.

Esta guerra es semejante a la guerra que los judíos tuvieron que luchar en época de Nehemías.

Tenían que luchar contra los enemigos mientras edificaban el muro.

Espada y cuchara de albañil.

Nehemías 4:17-18  Los que edificaban en el muro,  los que acarreaban,  y los que cargaban,  con una mano trabajaban en la obra,  y en la otra tenían la espada. Porque los que edificaban,  cada uno tenía su espada ceñida a sus lomos,  y así edificaban;  y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí.

Cada uno tenemos una asignación en el proyecto de Dios

No sólo una asignación sino también un manto como el profeta Elías.

Tenés que asumir con certeza tu rol en la edificación de la Iglesia.

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Entendiendo los diseños de Dios


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Entender los diseños de Dios

1 Crónicas 28:19 Todas estas cosas,  dijo David,  me fueron trazadas por la mano de Jehová,  que me hizo entender todas las obras del diseño.

Tenemos que entender todas las obras del diseño de Dios.

No podemos edificar como a mí se me ocurre.

Conozco un caso verídico de alguien que no supo entender el diseño.

Un hombre contrató un constructor se tuvo que ir a trabajar a Europa y le dejó los planos del arquitecto. Cuando volvió la casa la construyó al revés, la puerta que daba al jardín con la cocina daba a la calle, y la puerta de entrada, quedó para el lado de la pileta.

Podemos tener buenas intenciones de colaborar con la obra de Dios, pero edificaremos erróneamente si no entendemos los diseños de Dios. Y lo que es peor, podemos entorpecer el desarrollo de la obra.

Lucas 11:23  El que no es conmigo,  contra mí es;  y el que conmigo no recoge,  desparrama.

Edificando la Iglesia conforme al diseño de Dios

A diferencia del diseño del templo del Antiguo Testamento, hoy los constructores de la Iglesia no tenemos planos tan detallados.

Cuadro de texto: Dios nos ha dejado principios, de tal manera que cuando edificamos conforme a ellos, se abren los cielos.En el diseño del tabernáculo estaba todo perfectamente detallado, los muebles, las cortinas, la vestimenta de los sacerdotes.

Éxodo 25:9  Conforme a todo lo que yo te muestre,  el diseño del tabernáculo,  y el diseño de todos sus utensilios,  así lo haréis.

Nosotros no tenemos definidos los detalles, Dios nos ha dejado principios, de tal manera que cuando edificamos conforme a ellos se abren los cielos, porque es un pacto basado en mejores promesas.

Hebreos 8:5-6  Como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo,  diciéndole:  Mira,  haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte. Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo (el de Cristo), cuanto es mediador de un mejor pacto,  establecido sobre mejores promesas.

Nosotros trabajamos en la tierra conforme a esos principios, entonces Dios edifica la santa ciudad en el cielo, la que descenderá completamente edificada al final de los tiempos.

 Hebreos 11:10 (Abraham) esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

Abraham confiaba en que algún día vería la ciudad que Dios había planeado y construido sobre bases firmes.» TLA

Nosotros trabajamos en la tierra y hacemos tesoros en el cielo.

Tenemos que edificar conforme a los principios que Dios establece.

El principio de la santidad: un templo santo

Los materiales, las piedras vivas de este edificio (1 Pedro 2:5) tienen que estar en continua transformación, cada día más parecida a Cristo.

La santidad no está determinada por lo que hacemos o dejamos de hacer, como nos vestimos, o como hablamos; está determinada por nuestra semejanza a Jesús.

Lo que determina nuestra santidad es si hoy somos más, o menos, parecidos a Jesús que ayer.

¿Cómo es esa santidad, esa semejanza a Jesús, posible?

Esa santidad es posible por la intimidad con el Padre y la comunión con el Espíritu Santo.

¿Cómo se evidencia esa santidad y esa semejanza a Jesús?

Cuadro de texto: Tu quebrantamiento se manifiesta por la humildad en tus actitudes, en tus actos y en tu forma de hablarEsa santidad se evidencia por la humildad, el quebrantamiento, que se manifiesta en tus actitudes, en tus actos y en tu forma de hablar.

No se puede edificar la casa de Dios, sin santidad, sin humildad.

Nuestra boca tiene que estar llena de palabras de humildad, que el otro pueda bajar sus defensas, que no se sienta intimidado sino cómodo, consciente de que estamos a su favor, no queriendo imponernos.

El mundo necesita ver el carácter de Cristo en nosotros.

Necesita ver el carácter de Cristo y el poder de Cristo.

Dios capacita al quebrantado

El Espíritu Santo nos hace ministros competentes del Nuevo Pacto (2 Corintios 3:6).

Éxodo 35:35  Los ha llenado de sabiduría de corazón,  para que hagan toda obra de arte y de invención,  y de bordado en azul,  en púrpura,  en carmesí,  en lino fino y en telar,  para que hagan toda labor,  e inventen todo diseño.

Si esto fue una realidad del Antiguo Pacto cuanto más hoy con un Pacto basado en mejores promesas.

El Espíritu nos complementa con capacidades sobrenaturales para ser eficaces en la obra que Dios está haciendo en hoy.

La adoración es el fruto de los corazones quebrantados

La adoración es una de las acciones principales que surgen del diseño dado por Dios en el Antiguo Testamento.

Principio de relacionamiento: un cuerpo bien unido

Sólo el que tiene un espíritu humilde y un corazón quebrantado puede relacionarse adecuadamente.

Cuadro de texto: Sólo el que tiene un espíritu humilde y un corazón quebrantado puede relacionarse adecuadamente.  En estos tiempos de pandemia, el relacionamiento es todo un desafío. Nos he-mos acostumbrado tanto a lo virtual que muchas veces perdemos calidad en las relaciones. Cuesta volver a lo presencial.

Terminamos relacionando con un círculo muy pequeño de personas, las más parecidas a nosotros, con las que más nos sentimos cómodos, y eso no es Igle-sia, sino que Iglesia es la diversidad, relacionarnos con el diferente.

La pandemia les ha dado, a muchos, el tiempo y la ocasión para despertarse del letargo espiritual. Ese despertar hay que acompañarlo con la búsqueda de adecuados relacionamientos.

Tenemos que ponernos de acuerdo con otros para edificar la casa de Dios juntos. Es una acción deliberada, la tendencia natural es aislarnos.

El relacionarme es una acción deliberada de intimar con otros, que sepan lo que estamos viviendo, nuestras necesidades, y viceversa.

En una sociedad productivista y consumista como en la que vivimos parece una pérdida de tiempo detenernos sólo para conectarnos con otros, sólo para charlar, pero ese vínculo que construimos es de un valor emocional y espiritual incalculable.

  • Tenemos que construir relaciones con pares, para construir amistades, un sentido de familia.
  • Tenemos que construir relaciones con hermanos más crecidos que nosotros buscando consejo, guía y dirección para nuestras vidas.

Eso no se consigue conectándome a las diferentes reuniones semanales. Es un ponerme de acuerdo con el otro.

Este ponernos de acuerdo es la idea que Cristo transmite cuando habla de congregarse, en griego es sun ago, (sun: juntos, ago: liderar, conducir). La idea no es la de estar juntos sino en el ponernos de acuerdo en un propósito.

Es el poder del acuerdo por eso Dios responde desde los cielos, a Dios le atrae nuestra unanimidad.

Mateo 18:19-20  Otra vez os digo,  que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren,  les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre,  allí estoy yo en medio de ellos.

Tenemos que crear vínculos, lo que la Escritura llama: coyunturas.

Una coyuntura (rodilla, codo, hombro, etc,) es lo que une a dos miembros. Ese vínculo lo produce el Espíritu Santo.

Así es como crecemos en todo para alcanzar la semejanza en Cristo, concertándonos (poniéndonos de acuerdo) y uniéndonos por medio de coyunturas que nos ayudamos mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, así todo el cuerpo va creciendo edificándose en amor.

Efesios 4:15-16  Sino que siguiendo la verdad en amor,  crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,  esto es,  Cristo, de quien todo el cuerpo,  bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente,  según la actividad propia de cada miembro,  recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Tenemos que ser personas relacionantes que conectan unos con otros, el que está solo con una familia, el herido con el que lo lastimó, etc.

Reconocer nuestro aporte

Otra traducción de katartismos, además de perfeccionar a los santos, es: el correcto ordenamiento de los santos.

La tarea de los ministerios es ordenar a los santos para que cada uno pueda desarrollar al máximo su potencial. Cada uno pueda aportar lo mejor de sí para el crecimiento de todo el cuerpo.

Tenemos que encontrar nuestro lugar en el cuerpo, tenemos que trabajar en forma conjunta con los ministerios para encontrar el lugar en el cual podemos fluir con toda la gracia con que Dios nos ha dotado para enriquecer a todos.

Reconocer el aporte de otros a nuestras vidas

Necesitamos acercarme a otros, abrir nuestros corazones al aporte de otros para que enriquezcan nuestras vidas.

Necesito valorar la diversidad, personas de otros contextos, que viven otras realidades son las que más me enriquecen.

Tengo que procurar que personas de otras generaciones, de otras realidades sociales me ayuden a entender otras realidades y formas de pensar.

Necesito valorar la gracia de Dios en otros.

La madurez de un ministerio es el fruto de la interacción con otros para que individualmente y por el ende el cuerpo, crezca en amor.

En esa interacción, en ese roce se va produciendo la madurez y vamos creciendo en amor.

Proverbios 27:17  Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo.

Parafraseando un texto de Alex Sanpedro: “La iglesia en las casas, ese encuentro de amigos al que estamos invitados todas las semanas, la quedada de hermanos en familia donde cabemos todos, el hábito y el compromiso de hacerse visible al otro, ser necesitado, mostrarse disponible, amar en distancias cortas. Congregarse”

La edificación mutua es el fruto de relaciones concertadas y unidas

En este cuerpo bien concertado y unido fluye la verdad para ir edificándonos en amor.

Dios pone su Palabra en la boca de aquellos que quieren apacentar a otros cuando hay hambre en los corazones de ellos.

Somos transformados conforme a la imagen de nuestro Señor Jesucristo.

Principio de autoridad: un cuerpo bien concertado

Tenemos que reconocer la autoridad espiritual en otros

Cuadro de texto: Sólo el que está adecuadamente relacionado con el cuerpo, en humildad, y que está bajo autoridad, puede desarrollar una autoridad espiritual eficaz.Sólo el que está adecuadamente relacionado con el cuerpo, en humildad, y que está bajo autoridad, puede desarrollar una autoridad espiritual eficaz.

Tenemos que reconocer que a algunos le fue dada una gracia como perito arquitecto, hermanos que tienen claro el panorama de lo que hay que edificar, me tengo que acercar a ellos y ponerme bajo su cobertura, para poder colaborar en la edificación de la casa de Dios.

Personas que entienden el diseño de Dios general de su obrar a través de la edades y persona que entienden el diseño de Dios para este tiempo, para estas generaciones, para nuestra tierra, para nuestras ciudades.

1 Corintios 3:10 Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima.

Busca a estos expertos que te puedan inspirar, no dejes que los discursos negativos te desalienten, te intimiden.

¿Hace cuánto no abres tu corazón a una persona crecida espiritualmente en la que confías en su consejo?

Busca personas que se alegren y puedan reconocer el don con el que Dios te ha dotado. Alguien que esté confiado en su ministerio que no tenga celo, que no compita con vos sino que tenga un corazón de padre.

Tenemos que reconocer la gracia de Dios en otros.

Hay personas en las que la gracia de Dios opera en forma especial, no porque haya cristianos de primera y otros de segunda, es porque Dios les encomienda una tarea especial y les va a demandar conforme a esa gracia, a ese talento conferido.

Esa gracia, esa tarea, esa misión les confiere una autoridad y una responsabilidad especial.

Tenemos la responsabilidad de reconocer la necesidad de una cobertura espiritual sobre nuestras vidas, y la necesidad de dar cobertura espiritual a otros.

En el cuerpo hay autoridad

Hebreos 13:7, 13:17  Acordaos de vuestros pastores,  que os hablaron la palabra de Dios;  considerad cuál haya sido el resultado de su conducta,  e imitad su fe.[…] Obedeced a vuestros pastores,  y sujetaos a ellos;  porque ellos velan por vuestras almas,  como quienes han de dar cuenta;  para que lo hagan con alegría,  y no quejándose,  porque esto no os es provechoso.

Los pastores velamos por las vidas de todos ustedes.

Y un día vamos a dar cuenta acerca de cómo les pastoreamos.

Por eso dice que le obedezcamos y nos sujetemos. Antes nos piden que consideremos el resultado de su conducta. Y nos llama a imitar su fe.

¿Cuál es la diferencia entre obedecer y sujetarse?

Obedecer está relacionado con el consultar, buscar consejo, ese consejo produce un descanso interno, un asentimiento interior.

La palabra en griego para obedecer es “peitho” (3982 Strong) significa confiar, dejarse convencer y persuadir, dejarse motivar en un proyecto común.

Los que estamos en autoridad y tenemos temor de Dios, solemos estar muy atentos para diferenciar entre alguien quien nos consulta algo y alguien quien nos informa de algo. Alguien quien consulta nos abre el camino para conocer nuestro consejo, alguien quien informa se afirma en su propia opinión.

Sujetarse es no dividirse, que no se separe nuestro corazón de ellos. Dejar de resistirse, ceder.

Cuadro de texto: Es honrar su responsabilidad de liderazgo para que pueda conducir a toda la grey a cumplir los propósitos de Dios. Para que puedan hacerlo con alegría.La palabra griega es “jupeiko” (5226, Strong) viene de “jupo” debajo y “eiko” ceder. El énfasis es un poco distinto al someterse unos a otros (Efesios 5:21) la palabra griega es “jupotasso” de “jupo” debajo y “tasso” ordenar.

Este someterse es honrar su responsabilidad de liderazgo para que pueda conducir a la grey a cumplir los propósitos de Dios.

Para que pueden gobernar con alegría.

El ministerio pastoral es un ministerio de aliento, si desalentamos a los que nos tiene que alentar, nos estamos lastimando a nosotros mismos.

Algunos no se dan cuenta como le quitan la alegría a sus pastores. Esto no es provechoso.

Sin autoridad no se puede edificar, una casa dividida no puede prosperar.

Tenemos que ponernos de acuerdo.

Lo que Dios se ha propuesto construir es muy grande.

Por eso quiere que todos hablemos una misma cosa.

1 Corintios 1:10  Os ruego,  pues,  hermanos,  por el nombre de nuestro Señor Jesucristo,  que habléis todos una misma cosa,  y que no haya entre vosotros divisiones,  sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.

Filipenses 3:16  Pero en aquello a que hemos llegado,  sigamos una misma regla,  sintamos una misma cosa.

Este seguir una regla, sentir una misma cosa, hablar una misma cosa, estar unidos en una misma mente y en una mismo parecer, requiere enseñanza y ministración del Espíritu por parte de quienes tienen la responsabilidad de guiar a la grey.

Cuadro de texto: Hay muchos pasajes que nos hablan de reconocer a los que presiden, a los que se han dedicado al servicio a los santos y nos amonestan.Hay muchos pasajes que nos hablan de reconocer a los que presiden, a los que se han dedicado al servicio a los santos y nos amonestan.

1 Tesalonicenses 5:12-13  Os rogamos,  hermanos,  que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros,  y os presiden en el Señor,  y os amonestan;  y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra.  Tened paz entre vosotros.

1 Corintios 16:15-16  Hermanos,  ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya,  y que ellos se han dedicado al servicio de los santos. Os ruego que os sujetéis a personas como ellos,  y a todos los que ayudan y trabajan.

1 Timoteo 5:17  Los ancianos que gobiernan bien,  sean tenidos por dignos de doble honor,  mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

La movilización es el fruto de un sano ejercicio de autoridad

La evangelización es un estilo de vida, una responsabilidad personal, pero es de gran ayuda cuando nos podemos poner de acuerdo en objetivos y acciones comunes.

Nos anima saber que estamos juntos en un proyecto, tanto más cuando ese proyecto es tan cercano al corazón de Dios: ir a buscar al que está perdido.

Conclusión

Tenemos que tener una claridad acerca de cuál es nuestro aporte al propósito de Dios.

Dios es galardonador de los que le buscan, honra a quienes están dispuestos a invertir sus vidas en sus proyectos, recompensa a los que pagan el costo de poner primero el reino de Dios.

¿Cuál es el galardón de Dios para nuestras vidas?

El galardón, las recompensas celestiales no están basadas en el tipo de servicio hacemos sino en la fidelidad que tengamos en el desarrollo de nuestros talentos y en el cumplimiento de nuestra función ministerial.

Mateo 25:21  Y su señor le dijo:  Bien,  buen siervo y fiel;  sobre poco has sido fiel,  sobre mucho te pondré;  entra en el gozo de tu señor.

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Trastornando al mundo


Mensaje predicado por Juan Manuel Montané en el Retiro Nacional de Jóvenes de 1997

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Nuevos desafíos para alcanzar la plenitud


Mensaje predicado por Juan Manuel Montané en la congregación de Comunidad Cristiana Condarco.

Encontrar nuevos desafíos para alcanzar la plenitud

Pasar por el valle de la sombra de muerte te da otra perspectiva de las cosas.

Te permite tomar distancia para dimensionar las cosas de otra forma.

Valorar lo que tenés, que a veces por lo cercano uno se acostumbra a tenerlo, en todas las áreas: esposa, hijos, familia, iglesia.

Por eso quiero comenzar animándote a valorar esta hermosa congregación con la que estamos fuertemente comprometidos.

1 – El desafío al próximo nivel

El orgullo es uno de los pecados más destructivos y limitantes de nuestra salud y, por tanto, crecimiento espiritual.

En el otro extremo, la falsa humildad también es un impedimento para nuestro desarrollo espiritual. Es la consecuencia de la falta de una adecuada sanidad emocional. La inmadurez emocional nos impide reconocer todas aquellas virtudes que tenemos y hacemos para que Dios sea glorificado en nuestras vidas, y como consecuencia terminamos por quitarle la gloria que Dios se merece.

Desechando toda falsa humildad quiero tener el coraje de proclamar: que somos una congregación extraordinaria, muy especial, estamos en el centro de atención de Dios.

  • Jóvenes y adultos solteros que viven en santidad.
  • Noviazgos que no caen en pecado.
  • Matrimonios que no se divorcian.
  • Padres que saben educar a sus hijos.
  • Adultos mayores que mantienen el fuego del Espíritu y son el sostén espiritual de la congregación.

Nuestro testimonio brilla en la sociedad, en nuestros trabajos y familia.

Somos un modelo para otras congregaciones en la contención, edificación y el ministerio de todos los santos.

A través de la enseñanza y el ejemplo de nuestros mayores alcanzamos a ser un pueblo santo. Nos podemos sentir satisfechos de ser parte de esta congregación.

Entonces, ¿dónde está el problema?

Hemos alcanzado un techo: familias hermosas y ordenadas.

No tenemos revelación del próximo nivel. Por tanto, perdimos motivación por nuestra participación en el obrar de Dios.

Hay muchos que se sienten aburridos en la iglesia. No le encuentran sentido, ni motivación a este sistema de reuniones que los convierte en espectadores pasivos.

Algunos encontraron un lugar de protagonismo, pero no todos. Otros se congregan, diezman, responden cuando son convocados, pero no alcanza.

Necesitamos revelación del próximo nivel al que Dios no quiere conducir. Hemos alcanzado una estatura, pero es una medida pequeña comparada con lo que Dios se ha propuesto hacer con tu vida y la mía.

Efesios 1:23  (La Iglesia) es la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

Efesios 3:19 Para que seamos llenos de toda la plenitud de Dios.

Efesios 4:13  Hasta que todos lleguemos […] a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

No alcanza una familia linda, buenos trabajadores, fieles concurrentes a reuniones. Dios aspira a mucho más con tu vida. Oremos.

2 – Una nueva revelación de mí mismo

Para recibir esa revelación de ese otro nivel que tenemos que alcanzar, necesitamos:

  • Una nueva revelación de nosotros mismo.
  • Una nueva revelación de la Iglesia.

¿Quieres dejar de lado la desmotivación y el aburrimiento en la Iglesia?

Necesitas una nueva revelación de vos mismo, de la forma en que lo servís y todo esfuerzo por querer agradarle.

Toda esa buena enseñanza que hemos recibido que ha producido ese pueblo santo, como contrapartida ha dejado énfasis colaterales que han debilitado nuestra vida de plenitud.

La obediencia a los mandamientos (didaché), el compromiso con la misión y el servicio, pilares de nuestra espiritualidad; en muchos casos ha dejado un énfasis desmedido en las obras que tenemos que hacer para agradar a Dios.

Esto ha producido hermanos que se sienten insatisfechos con lo que hacen para Dios, como que siempre les falta algo.

Necesitamos revelación de que Dios no necesita nuestras obras.

Dios no necesita que ores, que leas la Biblia, que te congregues, que prediques.

Dios necesita tu quebrantamiento.

Dios quiere hacer morada en ti. El Espíritu obrando en la profundidad de tu ser interior. Su poder lo vivifica todo. Su luz ilumina (revela) todo. El fuego enciende tu corazón, te impulsa a orar, te conduce a la Biblia, a congregarte y a evangelizar.

No son tus obras es Dios obrando en ti.

Ha sido muy inspirador estudiar a fondo los últimos capítulos de Isaías como un mensaje para la Iglesia de hoy, la Iglesia de los últimos tiempos. Es un mensaje post-pentecostal. Nos revela lo que Dios tiene en su corazón acerca de nosotros.

El Espíritu en mí me hace resplandecer en las tinieblas

La tierra está cubierta de tinieblas, nuestra nación, nuestra ciudad.

Isaías 60:1  Levántate,  resplandece;  porque ha venido tu luz,  y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.

Me tengo que levantar de mi debilidad, de mi apatía, de mi aburrimiento y dejar que la gloria que me habita, se manifieste y resplandezca en las tinieblas.

Dios está interesado en que impactes en tu entorno.
El Espíritu hará que salte de tu corazón la Palabra (Isaías 59:21), que salga virtud de tu corazón y será una realidad que harás obras mayores que Cristo.

El Espíritu me hace digno de la vocación a la que fui llamado

Efesios 4:1  Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados.

Isaías 61:3 Gloria (dignidad) en lugar de cenizas

Perfume de gozo en lugar de tristeza.

Manto de alegría en lugar de espíritu angustiado.

Seremos llamados árboles plantados para la gloria del Señor.

Isaías 61:10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios:

Mi vistió de salvación, nueva creatura.

Me vistió como novio para el día del casamiento.

Me adornó con las mejores joyas como novia para la boda .

No son meras palabras es lo que Dios quiere hacer por vos.

 
El Espíritu me unge para ser ministro competente del Nuevo Pacto

2 Corintios 3:6  el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto.

El Espíritu me capacita para múltiples tareas.

Isaías 61:1 Proclamar buenas nuevas a los afligidos.

Vendar a los quebrantados de corazón.

Liberar a los cautivos.

Alegrar a los afligidos de Sion.

Levanta la vista y maravíllate con el obrar de Dios

Hay dos órdenes que nos da el Señor en Isaías 60.

Isaías 60:1 Levántate y resplandece.

Isaías 60:4-5 Alza tus ojos y mira.

Levanta la mirada.

Tu corazón se ensanchará y quedarás maravillado.

Dios trae a sus hijos desde muy lejos y los reúne.

3 – Una nueva revelación de la Iglesia

Hechos 3:21  A (Jesús) quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas,  de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.

El cielo está reteniendo a Jesús.

¿Qué espera el Padre?

El tiempo de restauración de todas las cosas, el tiempo del cumplimiento de todas las profecías del Antiguo Testamento.

Ha sido muy inspirador leer los últimos capítulos de Isaías aplicando todas las promesas proclamadas para Sion y Jerusalén, a la Iglesia de hoy, a la Iglesia de los últimos días.

Hebreos 12:22  Os habéis acercado al monte de Sion,  a la ciudad del Dios vivo,  Jerusalén la celestial.

Para encontrar desafío que encienda mi corazón y me impulse hacia mayores cosas que las que estoy viviendo, necesito que Dios me muestre lo que se propone hacer con la Iglesia.

La Iglesia como madre

Algunos les falta revelación de la Iglesia, creen que sólo con su relación con Dios alcanza. No es lo que enseñan las Escrituras. Es con todos los santos que alcanzaremos el conocimiento de Cristo.

Efesios 3:18-19  seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura,  la longitud,  la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo,  que excede a todo conocimiento,  para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

De todo el cuerpo, según la actividad de cada miembro, recibo la edificación y todos juntos vamos siendo edificados. Efesios 4:16

En Isaías dice que la Iglesia nos amamantará hasta que alcancemos madurez. Nos consolará y nos mimará y quedaremos satisfechos.

Isaías 66:10-11 Mas alégrense con Jerusalén, y regocíjense por ella, todos los que la aman; salten con ella de alegría, todos los que por ella se conduelen. Porque ustedes serán amamantados y saciados.

Yo me siento amamantado, consolado y mimado por la Iglesia.

Muchos que están desilusionados con la Iglesia no se han dejado consolar.

Dios ha diseñado a la Iglesia para nuestra consolación y edificación, por eso el Señor te ordena, te desafía a que te alegres y te regocijes en ella.

La Iglesia como esposa: deleite de Dios

El amor de Dios se manifestará en la Iglesia.

Isaías 62:5 Como el gozo del esposo con la esposa,  así se gozará contigo el Dios tuyo.

Dios se recreará en la Iglesia como el esposo se recrea en la esposa

Tenemos que dejar que Dios disfrute de nosotros, de nuestra comunión, unidad y adoración.

Te desafío a que aprendas a disfrutar de la iglesia como Dios la disfruta.

Disfrutar de las delicias de su Gloria, la herencia en la riqueza de los santos.

Estos hijos consolados y satisfechos son los que se comprometerán

Isaías 62:5 Pues como el joven se desposa con la virgen,  se desposarán contigo tus hijos.

Se comprometerán como se compromete un matrimonio recién casado.

¿Cuál es el compromiso con el que hay que comprometerse?

No callaré, no descansaré hasta que la Iglesia resplandezca en la oscuridad de las naciones.

Isaías 62:1 Por amor de Sion no callaré,  y por amor de Jerusalén no descansaré,  hasta que salga como resplandor su justicia,  y su salvación se encienda como una antorcha.

La Iglesia como ciudad del Señor

La Iglesia será llamada Ciudad Deseada: Pueblo Santo.

Isaías 62:12  Y les llamarán Pueblo Santo,  Redimidos de Jehová;  y a ti te llamarán Ciudad Deseada,  no desamparada.

Fuiste menospreciada, pero serás la gloria eterna y el gozo de todos los siglos.

Isaías 60:15 En vez de estar abandonada y aborrecida,  tanto que nadie pasaba por ti,  haré que seas una gloria eterna,  el gozo de todos los siglos.

Tu alimento será el mejor de las naciones (Isaías 60:16).

Lo mejor de la tierra te será traído para hermosearte.

El Señor se compromete a dar esplendor al lugar donde se posan sus pies (Isaías 60:13).

La Iglesia como alabanza de las naciones de la tierra

Dios hará brotar justicia y alabanza por medio de la Iglesia a los ojos de todas las naciones.

Isaías 61:11 Así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones.

Dios nos dice que él ha puesto vigías que clamen de día y de noche hasta que las naciones y los reyes contemplen la gloria de Dios en la Iglesia.

Isaías 62:6-7 Sobre tus muros,  oh Jerusalén,  he puesto guardas;  todo el día y toda la noche no callarán jamás.  Los que os acordáis de Jehová,  no reposéis, ni le deis tregua,  hasta que restablezca a Jerusalén,  y la ponga por alabanza en la tierra.

Dios te está llamando a ser uno de esos vigías. Yo me siento convocado.

La Iglesia hoy está desacreditada, Dios está levantado líderes que clamen para revertir esto. Líderes que abran las puertas de las ciudades, que allanen el camino, que quiten las piedras y levanten bandera. (Isaías 62:10).

Reconstruirán ruinas antiguas, levantarán asolamientos de antaño, repararán ciudades destruidas con los escombros pasados (Isaías 61:4).

Conclusión

Hay un clamor silencioso en nuestros corazones por ese nuevo desafío que nos conecte de nuevo con esa pasión por lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas.

Hemos alcanzado un techo, del que disfrutamos, pero nos deja con esa sensación de insatisfacción.

No alcanza una linda familia, una economía ordenada y una linda congregación.

Dios se ha propuesto hacer cosas más grandes.

Dios quiere que su Gloria sea manifestada en la tierra y que su Iglesia sea la alabanza de las naciones.

Este es el desafío nuevo.

Dios te necesita para la conquista de las naciones, que te levantes y levantes esa Iglesia gloriosa que Dios quiere manifestar.

Jorge me comentaba que estudiando Romanos 15, veía el motor que impulsa la misión del apóstol Pablo: la conquista de las naciones. Lleno todo Asia hasta Europa del Este (Ilírico) quería llegar a Roma y luego a España.

Este es el desafío: tenemos que conquistar Argentina para Cristo.

Desde tu trabajo, tu familia, tu vecindario, levántate y resplandece.

No podemos dejar que nuestro país se siga derrumbando por la corrupción de nuestros políticos de ambos lados de la brecha.

Tenemos que levantar a la Iglesia y ponerla a la altura de los gobernantes, jueces, políticos, educadores, etc.

No hay espació a la disconformidad hay mucho para hacer.

¿Cómo hacerlo? ¿por dónde empezar?

Necesitamos movilizarnos como un ejército de servidores

La Iglesia se tiene que caracterizar por la calidad de su servicio desinteresado.

Jesús se caracterizó por su servicio, la Iglesia de Jerusalén se caracterizó por su servicio.

Tenemos que aprender a servir a nuestros vecinos sin fines proselitistas, ellos tienen que palpar la pureza de nuestras acciones, servir pensando en la necesidad de ellos; no, pensando en cómo engancharlos para que vengan a nuestras reuniones.

Efesios 2:10  Porque somos hechura suya,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Los ministerios tienen que capacitar a los santos para servir según la actividad propia de cada uno (Efesios 4:12,16). Este servicio es por revelación y dependencia de la cabeza que nos guía a las buenas obras.

Jesús define el propósito de su ministerio como el servicio.

Mateo 20:28  como el Hijo del Hombre no vino para ser servido,  sino para servir,  y para dar su vida en rescate por muchos.

El Padre es glorificado con nuestro servicio

Mateo 5:14-16  Vosotros sois la luz del mundo;  una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud,  sino sobre el candelero,  y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,  para que vean vuestras buenas obras,  y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.

Servir es una elección muy difícil contraria a nuestra naturaleza y a nuestra cultura.

Nuestra cultura es consumista, productivista. Nos esforzamos por todo aquello que nos puede dejar un beneficio.

Servir requiere una madurez en la fe, sirvo sabiendo que glorifico al Padre, pero sin medir los beneficios.

Dar antes que recibir, la generosidad de mis acciones en favor de los demás. Gastar mi tiempo, mis fuerzas, renunciar a mi comodidad y descanso, en una sociedad que siempre está cansada, sin un beneficio directo sólo para agradar al Padre y vivir conforme a la naturaleza de la nueva creación que como Cristo busca servir en lugar de ser servido.

Isaías 60:15

gloria eterna. 

el gozo de todos los siglos.

Isaías 61:11

la justicia y alabanza brotará delante de todas las naciones.

Isaías 62:12 

Ciudad Deseada

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Testimonio del obrar de Dios en el COVID


Mensaje predicado en la reunión semanal de Consejo de Pastores de la Ciudad de Buenos Aires

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Obedecer los impulsos del Espíritu Santo


El fruto de la obediencia al Espíritu Santo

Filipenses 2:1      

La versión RV60 tiene en este versículo algunas dificultades en su traducción.

Traduce las dos veces como consolación dos palabras muy distintas.

La primera palabra es algo mucho más que consolar.

Es “paraklesis”  es una palabra compuesta por “para” al lado, acompañar, “klesis” que viene de “kateo” que es llamar.

Lo que se transforma en una palabra muy interesante.

Acompañados para un llamado, para un desafío.

La NVI traduce este renglón, mucho mejor

Si sienten algún estímulo en su unión con Cristo.

La version LBLA

Si tienen algún estímulo de Cristo

Toda la obra de Cristo comienza en mi interior

Dios siempre obra de adentro hacia afuera, el enemigo obra de afuera hacia adentro.

Por eso el sermón del monte pone el desafío en las actitudes interior

Cristo en mí, está continuamente estimulándome, desafiándome.

Una de las características de la muerte espiritual es la rutina, la apatía.

Y luego prosigue revelándonos con más profundidad la obra de Cristo en mi interioridad.

Este acompañamiento de Cristo debería estar produciendo:

  • Algún consuelo de amor, refrigerio, incentivo.

No nos es natural amar, no surge de nuestra naturaleza carnal.

Necesitamos que Cristo nos consuele para amar.

  • Alguna comunión del Espíritu
  • Algún afecto entrañable, profundo
  • Alguna misericordia, compasión

Estas son cosas que naturalmente no las encontramos en nosotros.

Cristo en mí por la comunión del Espíritu nos acompaña para producir incentivos para amar, afectos profundos y diferentes formas de compasión.

Tenemos que estar atentos, el Espíritu está produciendo esos desafíos, esos llamados en nuestro interior, pero a veces estamos tan distraídos, tan ocupados en otras cosas que no nos podemos conectar con esos incentivos del Espíritu, de Cristo en mí.

El fruto de ese obrar del Espíritu en mi interior

Filipenses 2:2

Si tenemos tal operación del Espíritu en nuestro interior, este obrar del Espíritu no puede quedar ahí

El apóstol Pablo como un buen padre espiritual dice completen mi gozo, no se queden a medio camino.

Algunos creen que toda la obra de Dios se centra en sí mismo.

Que todo se reduce a conocer a Cristo, a que Cristo more en mí.

Esa es una forma egocéntrica de ver la obra de Dios.

Yo no soy el objetivo final.

El objetivo es el otro.

Mi transformación es para que el otro pueda acercarse más a Dios.

Juan 6:29  Esta es la obra de Dios que los demás crean en aquel a quien el Padre, envío

Por eso el apóstol Pablo nos está enseñando que Cristo en mi me conecta con el otro me incentiva al amor, al afecto y a la compasión.

Este es el fruto de mi comunión con Cristo con el Espíritu.

Por eso dice Pablo completad mi gozo.

Que no se quede todo en solo un incentivo

Si el Espíritu está obrando en mí, dejemos que ese obrar de Dios se complete convergiendo, afectando a nuestras relaciones:

  • Que tenga un mismo sentir con mis hermanos, que sintamos lo mismo.
  • Que esté de acuerdo en la forma de pensar con mis hermanos. Unánimes, unidos en espíritu (LBLA).
  • Que estemos dedicados a un mismo propósito, que estemos sintiendo una misma cosa.

Vamos a sacar dos conclusiones de estos versículos:

El fruto nos determina la calidad de nuestra comunión con el Espíritu.

Podemos hacer una lectura al revés.

Cuando no tenemos un mismo sentir.

Cuando no estamos unidos en espíritu, de acuerdo en lo que pensamos y dedicados a un mismo propósito.

Cuando el fruto es cuestionamiento y queja sobre el otro.

Es porque no estamos recibiendo lo primero

No estamos conectándonos con ese acompañamiento de Cristo en mí

No estamos recibiendo ese refrigerio ese consuelo de amor

No estamos en comunión con el Espíritu que nos produce afecto y compasión hacia los demás.

Es la única forma de tener fuerza para poner la mejilla, para dar una nueva oportunidad y caminar otra milla.

Segunda conclusión que podemos sacar de estos versículos

¿Cuál ese mismo sentir que tenemos que tener?

Despojarse, Anonadarme. Kenosis  (2:7)

Nada hagan por contienda o orgullo (2:3)

Ninguno busque sólo su propio bien, su propia forma de pensar, su propio proyecto. (2:4)

Nos pone como modelo de vida seguir el modelo de Cristo

Renunciar a todas las cosas.

No esperar nada de nadie sólo tengo que dar.

Tener grandes proyectos en Dios pero no tener expectativas de las personas.

Increíblemente el pasaje que mejor explica esto nos habla del amor. Que no tiene nada de amor romántico, es el sacrificio total de nuestra carne.

1 Corintios 13:4-7 El amor es sufrido,  es benigno;  el amor no tiene envidia,  el amor no es jactancioso,  no se envanece; no hace nada indebido,  no busca lo suyo,  no se irrita,  no guarda rencor; no se goza de la injusticia,  mas se goza de la verdad. Todo lo sufre,  todo lo cree,  todo lo espera,  todo lo soporta.

Esta es la única forma de victoria.

Hay no hay ansiedad, hay paz.

El mismo sentir que hubo en Cristo Jesús.

Por el cual Dios lo exaltó hasta lo sumo

Dios nos quiere exaltar

Te quiere llenar de su gracia.

Quiere mostrar toda su gloria a través de tu vida.

Pero necesita que te conectes con tu interioridad

que obedezcas los incentivos que el Espíritu continuamente produce en vos,

conduciéndole al amor, al afecto profundo por el otro y a la compasión.

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Tres desafíos para manifestar a Cristo


Tenemos que mostrar a Cristo

 

Entender el tiempo que vivimos

Los últimos tiempos

Lucas 21:11-13

Jesús mismo predice terremotos, hambre y plagas.

Estas cosas ocurrirán para que ustedes puedan dar testimonio de mí, para que ustedes me puedan dar a conocer.

v  Un llamado a la oración: encender nuestras vidas

v  Un llamado a encender los hogares

Todo tiene un para qué, para que el fuego ardiendo

v  Un llamado para mostrar a Cristo

Anticparnos preparnos par lo que viene. Boxeador cabalo gateras

La postpandemia nos está preparando una oportunidad única.

Hay un vacío de relaciones, una sed de relacionamiento.

Hay una gran saturación de soberbia e impotencia de nuestros gobernantes de un lado u otro de la grieta.

Lo que esta sociedad está necesitando es que manifestemos a Cristo

Cristo es la respuesta al gemido de la creación

Romanos 8:19  Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

La creación gime esperando que se manifieste Cristo

El deseado de las naciones

Hageo 2:7  y haré temblar a todas las naciones,  y vendrá el Deseado de todas las naciones;  y llenaré de gloria esta casa,  ha dicho Jehová de los ejércitos.

Cristo es la esperanza de las naciones

Apocalipsis 15:4  ¿Quién no te temerá,  oh Señor,  y glorificará tu nombre?  pues sólo tú eres santo;  por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán,  porque tus juicios se han manifestado.

Cristo es el cómo de Dios pero la Iglesia es el cómo de Cristo

Cristo se manifiesta en la Iglesia

La libertad gloriosa de los hijos de Dios

Romanos 8:21  porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción,  a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Tenemos que mostrar a Cristo

Nosotros somos los espejos en los que Cristo se debe manifestar

2 Corintios 3:18  Así,  todos nosotros,  que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor,  somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor,  que es el Espíritu

La Iglesia tiene que ser ese espejo en el que podemos reflejar a Cristo especialmente en estos tiempos al final de la pandemia.

Tenemos que darle lugar en nuestras vidas a Cristo para que las personas a las que nos acercamos se puedan relacionar con él.

Él tiene que brillar no nosotros.

Es muy poco lo que puede ocurrir si al relacionarse con nosotros se encuentran sólo con nosotros.

Es el encuentro con El que los puede transformar.

Hay tres aspectos de Cristo que hoy la gente necesita conocer.

Que hoy necesitamos mostrar:

Mostrar el carácter de Cristo

La gente está cansada de la soberbia y orgullo.

En todos los ámbitos.

Están sedientos de actitudes de humildad.

Lo distinto, lo que llama la atención son las personas que demuestran vulnerabilidad, las que no son autosuficientes.

Cristo nos dio ese ejemplo y esa enseñanza.

Se despojó, se vació de todo privilegio que le correspondía.

Vino a servir.

Nos enseñó a servir. A despojarnos

A desechar todo tipo de competencia por prevalecer.

Dar lugar a otros.

Si Cristo vive en vos se tiene que manifestar su carácter.

Cuando las personas vean en vos ese carácter manso y humilde van a abrir sus corazones y van a dar lugar a Cristo para que los transforme a ellos también.

Filipenses 2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;

Colosenses 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.

Tenemos que discernir la necesidad que hay en la sociedad: hay sed de humildad.

El señorío Cristo

Tenemos que mostrar a los demás que Jesucristo es nuestro Señor, es el que nos gobierna. Y eso nos enriquece nos trae paz y alegria

En las pequeñas actitudes mostrar que estamos sujetos al gobierno de Dios, que así nos va muy bien y que estamos felices de estar bajo su gobierno.

Su gobierno lo involucra todo. Aceptar sus valores, su verdad y su poder.

Cristo tiene autoridad sobre mi vida y sobre todas las cosas. Tiene autoridad en el cielo y en la tierra.

Como estamos bajo autoridad tenemos autoridad.

Como estamos bajo su gobierno su potencia que opera en nosotros

Efesios 3:20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.

Colosenses 1:29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí

Tenemos que mostrar ese poder esa potencia que opera en nosotros.

Por eso la carga por hacer milagros.

No hacer milagros para que nosotros seamos exaltados

Sino para hornar la cobertuyra el poder que nos habita

Por eso podemos mostrar una vida llena de hechos sobrenaturales. No es nuestra capacidad sino el poder de Dios.

La necesidad de la sociedad: hay sed de milagros y de lo sobrenatural.

El amor de Cristo

1 Corintios 13

4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;

5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;

6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta

Parece romántico pero no lo es, es dramático.

Desruye todo tipo de egocentrismo, de comodidad, de demanda

Es encontrarnos con lo mas puro de nosotros.

Amar de esta forma nos purifica

Saca lo mejor de nosotros.

Tenemos que mostrar esa clase de amor.

La gente tiene que ver cómo nos amamos.

Tenemos que mostrar la calidad de nuestras relaciones.

Van a creer al ver la unidad entre nosotros.

La vida de la Iglesia es hermosa somos distinto pero en esa diversidad está la riqueza. La unidad no es uniformidad. La unidad es el fruto de la diversidad.

Diferentes culturas, diferentes personalidades, diferentes formas de pensar, pero el otro siempre nos enriquece.

En esa armonía se manifiesta el amor de Cristo.

El otro se siente cómodo, aceptado.

Nos interesa su opinión, su crisis y su aporte.

Estamos para servir.

Desde nuestra paz surge la bondad, el sacrificar lo mio para ayudar al otro.

Desde la fe surge la generosidad, mas bienaventurado es dar que recibir.

Servir que ser servido.

Nuestro vecino y familiares necesitan ver una iglesia que no está encerrada en cuatro paredes,

En la sociedad hay sed de relaciones,  de abrazos, de comunión,

En esto podemos encausar la misión

  1. Hay sed de humildad
  1. Hay sed de humildad
  1. Hay sed de humildad

Dios nos está preparando una gran oportunidad

Para que podamos manifestar lo más importante que le podemos mostrar a nuestra sociedad:

  1. A Cristo: la humildad de Cristo  y el poder de Cristo
  1. A Cristo: la humildad de Cristo  y el poder de Cristo
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Transformar tu casa en un hogar encendido por el Espíritu


Inscripciones y consultas para el seminario: discipuladojmm@gmail.com

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¿Cómo transmitir una verdad con amor?


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Hombres y mujeres llenas del Espíritu


Mensaje predicado en la Comunidad Cristiana de Tandil

Para inscribirse y recabar información discipuladojmm@gmail.com

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