Ampliar este contenido en el blog: La espiritualidad de las relaciones humanas
1 – EL FRUTO DE LA CARNE
Gálatas 5:16-17
Tengo un gran conflicto en lo profundo de mi ser: los deseos de la carne y los deseos del espíritu que batallan uno contra otro para que nosotros no hagamos lo que queremos, es decir glorificar a Dios
Acá la mala noticia es que: la carne nunca se va a convertir.
La propuesta es debilitarla = hacerla morir
Trasformarla en un gigante dormido para que podamos vivir en el espíritu
Tanto 1 Corintios 3:3 como también Gálatas 5:18-21
Nos enseña a examinar la ingerencia de nuestra carnalidad en nuestro diario vivir
Es en nuestras relaciones cotidianas donde se despiertan nuestras pasiones carnales y se nos hacen evidentes
Enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, envidias los que practican tales cosas no heredaran el reino de Dios
(Acá nos les está hablando a creyentes porque sólo un creyente puede ser carnal)
2 – EL ENGAÑO DE LOS SENTIDOS
El problema con nuestras relaciones cotidianas está en que nosotros somos engañados por nuestros sentidos.
Lo que nosotros percibimos no es: la realidad objetiva
Nuestros sentidos perciben: una realidad subjetiva
Una realidad adaptada a nuestro gusto, a nuestra necesidad para justificarnos, defendernos y acomodarnos a los demás
Muchas veces estamos convencidos de que los demás nos rechazan y no tiene nada que ver con la opinión que tienen los demás; y también nos sucede al revés
A quien le paso así es: a la esposa de Zebedeo. Mateo 20:20
Recontenta porque sus hijos eran los hijos preferidos de Jesús.
Ellos también lo terminaron creyendo
El enojo de los demás nos da una pauta que ellos pensaban también lo mismo
La fuente de esta distorsión proviene del tener
Una imagen interior: débil e insegura
Una imagen social: que intentamos construir y proyectar
Este conflicto nos produce grandes ansiedades y distorsiones entre la lucha ofensiva por engrandecer esa imagen social y la lucha defensiva para que no la destruyan
3 – LA DESILUSIÓN EN LAS RELACIONES
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El problema se agrava en que al no conocerse a nosotros mismos este desconocimiento y engaño contamina a nuestras relaciones ya que termina poniendo una carga demasiada pesada en la comunidad.
Ninguna comunidad puede cubrir ese conflicto y vacío, sólo una adecuada comunión con Dios
Terminamos desilusionados: exigimos, criticamos y lastimamos
Este idealismo: el de una comunidad perfecta destruye la comunidad, exige perfección a sí y a los demás no son honestos ni dan a que tengamos relaciones honestas.
Otro aspecto que contamina las relaciones
Al necesitar que mis relaciones comprueben y afirmen esa imagen social que quiero construir provoca que este pendiente de que me acepten, de que me aprueben, de que me atiendan.
Me convierto en un mendigo de afecto.
Se confunde el que me amen con el que tengan una buena opinión de mi
La consecuencia negativa es que conformamos grupos cerrados y egoístas.
Grupos que tienen pactos e intereses egoístas que se satisfacen a si mismo
4 – EL ANONADARSE
La única respuesta que nos queda es: destruir ese afán por construir esa imagen social
Poder mostrame como soy, dejar de lado todo hipocresía y toda exigencia perfeccionista sobre los demás
Vaciarme de pretensiones
Dejar que los demás puedan mostrarse como son.
Desligarme de toda exigencia a los demás
No voy a cargar a mis hermanos para que me lleven como lastre
Necesitamos tener el mismo sentir que hubo en Jesús:
HUMILLARSE, DESPOJARSE, ANONADARSE = HACERSE NADA
Recordar el ejemplo de Jesús
Cuando surgen deseos de venganza: su ejemplo en la cruz
Cuando soy calumniado: su ejemplo ante los que le perseguían
Cuando tengo ganas de huir de las responsabilidades: Jesús fue a Jerusalén al encuentro de los problemas para esclarecerlos
5 – DAR LA VIDA
Uno de los temas esenciales tratados en el blog de origen: El mensaje esencial de Dios. Ver más.
No es cuestión de dar ofrendas es cuestión de darnos a nosotros. 1 Juan 3:16
Llevar las cargas unos de otros, perdonar
Sustituir: llevar las debilidades de los demás
Amar al hermano difícil, al distinto
Tenemos que diferenciar amistad y hermandad
Entre las personas se dan afinidades o aversiones espontáneas
Son fuerzas subjetivas: de esa afinidad surge la amistad
En cambio el amor de la hermandad no es espontáneo, surge de la fe de nuestro compromiso con Dios, descubro en el otro a mi hermano porque somos hijos del mismo Padre
El amor de la amistad es restrictivo
El amor de la hermandad es inclusivo
Si se cultiva la amistad en forma egoísta y desmedida: la hermandad es perjudicada
Pero si estos amigos comprenden la importancia de la amistad y son concientes de la naturaleza de la hermandad y de sus compromisos, la hermandad se fortalece
Pero lo que más fortalece la comunidad es la hermandad que prevalece
Cuando hay personalidades divergentes
Donde hay tensión y reconciliación
Allí, la hermandad es un constante dar la vida por el hermano, un constante empezar de nuevo
6 -EL FRUTO DEL ESPIRITU
Al despojarme: la carne deja de tener poder en mi vida
Al dar mi vida: el Espíritu puede controlar mi vida
Así el Espíritu puede manifestar el fruto de su obrar que también se pondrá en evidencia en nuestras relaciones
Gálatas 5: 22-26
Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
Bondad, fe, mansedumbre, templanza
Porque los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos
No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otro, y envidiándonos unos a otros
Cada una de estas virtudes es una evidencia de que hemos crucificado la carne
Necesitamos ir examinándonos a nosotros mismos
Ponernos un termómetro de nuestra carnalidad
Aquí se nos ofrece un camino desde nuestra experiencia diaria para poder aprender a vivir en el espíritu
Cada una de estas virtudes podemos usarlas como relojes que nos indiquen el grado de espiritualidad
Tenemos: el reloj del amor, el reloj del gozo, el reloj de la paz, etc.
Tenemos que ir controlando cada uno en nuestro diario andar.
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